miércoles, 10 de febrero de 2021

Y ¿AHORA QUE?


Cada mañana, y alguna tarde, desde el mes de noviembre del año pasado, me he encargado de poner en marcha el ordenador, conectar la webcam y abrir la página del curso que realiza Marisol, vuestra compañera, tu alumna. Se ha convertido en una placentera rutina como la de preparar el café y las tostadas del desayuno. Una rutina, pero es algo más que eso. 
Desde que tengo uso de razón (¿la tengo?), la Navidad era algo que esperaba con ansia y que, para mí, empezaba el día que me despertaba con la cantinela de la pedrea de la lotería del día 22 de diciembre. Desde la cama oía el soniquete que salía por la radio que tenía mi madre en la cocina mientras me preparaba el  ColaCao. 
Cuando cambiaron las pesetas por euros en el estribillo de la canción del sorteo, se alteró un poco el concepto de ese día para mi, aunque aún me gusta poner la radio y escuchar un rato esa cansina musiquilla que hacen las niñas y niños de San Ildefonso al cantar números y premios, pese a que con euros suene fatal. 
Bueno, tras este rollo, uno el inicio que he hecho con vosotros con la lotería de Navidad
¿Que voy a hacer sin oír de fondo vuestro canto de la pedrea educativa? Tendré que ponerme alguna grabación cuando sienta nostalgia, seguro. Aun habiendo sido un infiltrado, vosotros me habéis ayudado a sentirme uno más del grupo.
Por último, deciros que creo que habéis tenido mucha suerte al juntaros tanta buena gente, desde la profe (que habrá tenido grupos iguales pero no mejores),  como l@s alumn@s, con una docente implicada a pesar de tener tanto trabajo, fuera y dentro del curso. 
Buena suerte en los caminos que se os abren.
Gracias Jose, Rosa, Jorge de Murcia, José Joaquin, Esther, Jorge de Málaga, Manuel, Mar, Alberto, Susana, Lorena, Azu y, por supuesto, a la culpable de que os haya conocido, Marisol.

jueves, 13 de septiembre de 2018

SOLO ERA UN JUEGO


 

 
Para Quini, siempre.
No hay nada más vacío que un campo de fútbol sin ti.


PRIMER TIEMPO.

PRIMAVERA DE 1971. SENARALL. 

 

La chimenea de la fabricona escupía humo sin parar, con su eterna llama dibujaba caricias de nubes blancas, que volaban y se despeinaban al compás de un baile bajo el cielo.
Nada más abrir sus ojos, una inequívoca sonrisa de ilusión se dibujó en su cara. Se vistió rápido; la camiseta y las botas de su equipo de fútbol, y los pantalones largos, negros y un poco acampanados heredados de su hermano, que le quedaban un poco grandes, pero le daban un aspecto más serio.
Entró en la cocina, besó a su madre y la olió, como hacía siempre. —Pareces un perro Tinín— le dijo ella.
Se sentó a desayunar como era su costumbre, un gran tazón de leche con Cola-cao y sus galletas Chiquilín, dejando en la cocina un efímero aroma a canela.
Estaba nervioso, sus piernas no dejaban de moverse al ritmo de la música que sonaba en esa radio siempre encendida. Las señales horarias dieron las diez de la mañana, y la emisora local empezó a dar detalles de cómo iban llegando al pueblo, miles y miles de personas venidas de todas partes, para ver en vivo y en directo el espectáculo.
—Me voy—le dijo Tinín con impaciencia a su madre.
—Ten mucho cuidado, no te separes de tu hermano ¿entendido?— añadió la madre. Tinín cogió su balón de cuero rojo y lo votó tres veces, como hacia siempre.
Su hermano Jesús, era un par de años mayor que Tinín, corpulento y tranquilo en movimientos. Como buen portero de fútbol estaba acostumbrado a mirar la vida desde lejos, siempre cobijado bajo esos tres palos y en esa portería imaginaria esperaba a...

sábado, 11 de enero de 2014

DÍA 9, 10 Y 11. 3 X 1, LAS REBAJAS GRIPOSAS.

Tras el día de reyes, incluso antes, los carteles de rebajas inundan los escaparates de los establecimientos. Rivalizan con los de ofrecimientos para trabajar con sus tiritas con el número de teléfono, impresos con tinta de esperanza. En esta batalla gráfica no se cuál de ellos gana, porque cada vez hay menos comercios y más trabajadores ofreciendo sus servicios.
Estas rebajas coinciden, que es algo habitual por las fechas, con la primera gripe del año. Aunque los pasados también, a este año se le une a la gripe "biológica", la del bolsillo. Nuestras carteras han cogido este año una cepa muy virulenta. Se podría llamar la "gripe española", como la que asoló el mundo en 1918 y que tuvimos el dudoso honor de que fuese bautizada con nuestro gentilicio. Y eso que se ha demostrado que no tuvimos nada o casi nada que ver con su propagación. La diferencia entre la viral de entonces y la económica de ahora está en eso, en el adjetivo; no diré que somos los españoles (algunos) los culpables del cambio climático económico pero si que una gran parte de este desagradable pastel se cocino en nuestro país, en nuestra región, en nuestra ciudad.
Soy muy de refranes y de dichos; creo que, sobretodo los primeros, encierran mucha sabiduría por la experiencia que los ha forjado. Sobre lo de la enfermedad de la economía y sus culpables se podría aplicar uno: "Entre todos la mataron y ella sola se murió". Pero a los que generalizan sobre ello les diría que el arma la empuñaban unos pocos. La gran mayoría no tenemos espíritu de "psicokiller". Pero todos estamos condenados por homicidio.
La revisión de nuestra condena es dentro de un par de años a lo sumo. Preparemos bien nuestro alegato. 

miércoles, 8 de enero de 2014

DÍA 8. LA GRIPE Y LA NIEBLA.


Hoy no tengo muchas ganas de hacer fotos y escribir sobre la historia que me sugieren. Mi cuerpo y mi mente andan enzarzados en una pelea con un regalo de reyes en forma de bacilo. 
Al levantar la persiana y mirar al exterior me he dado cuenta de que el día también estaba en lucha. La niebla se empeñaba en no dejar pasar los rayos del sol. No era muy espesa pero tenia la suficiente densidad como para incomodar por no ver el horizonte. Parecía una representación de lo que estamos viviendo ahora.
Sabemos que la "cosa" esta mal y que un poco más allá seguirá así, pero ¿qué se esconde en la lejanía? No se ven, ni tan siquiera, nubes de tormenta. 
Para la gripe, por mucho que se empeñen algunos(¿interesados?), no valen los antibióticos. Es un gasto inútil de tiempo y dinero utilizarlos para luchar contra ella. Además, castigamos el cuerpo con su uso.
Existe un dicho sobre esto que dice más o menos:"la gripe dura siete días con medicamentos y una semana sin ellos". Así es, pero se pueden tomar algunas cosas para que alivien los síntomas como la fiebre, la tos...
Alguien se ha empeñado en atiborrarnos de penicilina pero nosotros seguimos con la nariz llena de mocos. Y sin pañuelo.

martes, 7 de enero de 2014

DIA 7. MI AMIGA LA GAVIOTA.


Cada mañana, cuando voy a desayunar, una de las primeras cosas que hago es poner un poco de comida para los pajaricos. No son míos. Son gorriones y algún verderón, que vuelan libres por el cielo de Águilas y que se han acostumbrado a piar en mi terraza para recordarme que tienen hambre. Y me gusta que me lo recuerden.
Desde hace un tiempo, una gaviota, muy lista ella, se posa cada mañana en el muro de mi terraza y observa mis movimientos. Cuando la miro, ella me grazna con un acompasado "pa-pa-pa-pa-pa", como queriendo decir: "aún no le has puesto nada a los pajaricos". Parece un acto desinteresado y honesto, pero me he dado cuenta de que no; en cuanto me pierde de vista, se baja a la mesa donde pongo el comerdero y se llena el buche. Si alguna vez la pillo infraganti, salgo y la echo de allí. Cualquier parecido con la realidad humana es pura coincidencia.
Desde la reflexiva protagonista de  "Juan Salvador Gaviota  hasta las que anidan encima de mi casa y me atacan, tengo cierta relación de amor odio con las gaviotas.
No se, pero por momentos, le estoy cogiendo cierto cariño a este ave que, cada vez más, se pasea por mi terraza como si fuese suya. Es posible que me haya dado el "síndrome de Estocolmo". 
Y creo que no soy al único.

lunes, 6 de enero de 2014

DIA 6. UN DIA ESPECIAL


De niño, como para todos los niños educados en está tradición, este día siempre fue para mi algo especial; más que ningún otro. Hoy es el día de los niños y de sus caras de sincero asombro.
Y también es día de teatro. Si, ya lo sé, el día mundial del teatro es el 27 de marzo; pero ese día es el de las celebraciones y hoy es el de las representaciones.
Cuantos buenos actores se pierden los directores de casting por no visitar un hogar en un día de reyes: "Oh, que corbata más chula", "Aaaanda, que jarrón más bonito!","¡Que pendientes tan, tan...exóticos!","¡Bieeeen, calzoncillos, con la falta que me hacían!", ... Estas hipócritas explosiones de alegría se repiten una y otra vez, variando el regalo, en miles de hogares. Por eso hoy es día de teatro para mayores...y janglones. Un janglón es un adolescente que no puede disimular que ha dejado de ser niño debido a lo que ha crecido su cuerpo. ¿Alguien, siendo ya janglón, no ha seguido el "juego" a los reyes a pesar de saber su identidad y ha teatralizado su ilusión como si fuera un niño en una mañana como hoy?
Hoy en día, la enfermedad janglonera se ha extendido por toda nuestra sociedad. En cuanto un niño pierde la inocencia le ataca el virus. Lo malo es que muchos personajes se valen de ella para justificar sus acciones, sus incumplimientos, sus incapacidades, sus beneficios y otros muchos "sus" intolerables, queriendo defenderlos con su supuesta ingenuidad.
Un personaje que anduvo un tiempo por el país dijo: "Aquí hay teatro y del bueno"
Y nosotros, como buenos janglones, nos chupamos el dedo.
Viva el teatro. Y la inocencia también.

domingo, 5 de enero de 2014

DIA 5. UNA NOCHE DE MAGIA



Esta noche, tan señalada en el calendario, siempre me ha parecido eso, una noche de magia. Incluso después de que un infame mocoso y compañero de colegio intentase robarme esa magia, revelandome  la verdadera identidad de los tres ilusionistas. Aún así, ya sabido y resabido, la expectación por este día siempre ha seguido conmigo, ya fuese como ilusionado o como ilusionista. Es más, debería agradecerle al revelador del truco el haberme dado la oportunidad de convertirme en mago y poder iluminar caras con sonrisas. Me regaló una chistera de la que poder sacar conejitos blancos cual prestidigitador.
Hoy en día, en el mundo occidental, donde tenemos de casi todo menos memoria, nos olvidamos de que otros, en otros lugares lejanos y  también  cercanos, no tienen nada de nada. Hacen falta magos e ilusionistas que saquen de sus chisteras semillas de esperanza, eso que es lo último que se pierde, porque si no se plantan semillas, por mucho que nos esforcemos en mirar la tierra, jamás veremos brotes verdes.
Ah, la próxima vez que hagáis de magos, ilusionistas o prestidigitadores, fijaos bien en lo que metéis en la chistera cuando preparéis el truco, pues en lugar de un conejito puede que después nos salga un cerdito (a menos que sea una hucha llena de monedas) o un gran pavo.
Disfrutad de la magia.